Por: Leonardo Mohamad
Concluyó el Suramericano de Sevens y aunque los resultados no fueron una sorpresa, el último lugar de la selección de Venezuela en la categoría masculina no debe dejarse a un lado. Una vez mas, como todos los anos, no faltaran las criticas poco constructivas y los señalamientos contra dirigentes y jugadores, y la justificación de siempre de quienes seleccionaron, entrenaron y estuvieron a cargo de la selección vino tinto: “cumplimos el objetivo, lo importante es ganar experiencia”.
Es tiempo de dejar atrás los resultados del pasado, reconocer las limitaciones y fallas que tienen quienes están a cargo de organizar, dirigir, entrenar a los jugadores y las selecciones y reconstruir las bases del rugby venezolano que desde hace algún tiempo esta en crisis, en emergencia.
Hay básicamente dos aspectos que mejorar. Uno la organización administrativa, léase federación, asociaciones, etc. Y dos el nivel de los entrenadores y árbitros. Del primero no puedo hablar mucho porque conozco poco de esta materia. Pero conozco mucho más del segundo punto.
Hablando un poco de la parte administrativa creo que lo primero que hay que hacer es re-estructurar la federación, hacerla mas amplia. Uno, dos, tres, cuatro miembros no son suficientes. Se debe crear un comité ejecutivo que se encargue de conseguir y administrar los patrocinantes, fondos, recursos para funciones. Este comité debe estar conformado por gerentes. No es necesario que tengan experiencia en rugby, estas personas recibirán un salario, como cualquier empleo, y su trabajo es hacer del rugby un “negocio rentable”.
Este comité trabajara en paralelo con la federación que se encarga de todo lo relacionado con la organización del rugby nacional. Por supuesto que la federación también debe aumentar el número de sus miembros y crear estructuras relacionadas con el desarrollo y la alta competencia (selecciones).
Claro lo mas importante y ese el punto que puede marcar la gran diferencia es que quienes dirijan la federación deben colocar en los puestos mas importantes a quienes tienen amplio conocimiento y experiencia acorde para ello. El amiguismo y las roscas existen en todas partes, incluso en los países llamados “desarrollados” pero la diferencia esta en que “los amigos” que ocupan los cargos tienen experiencia, conocimiento y un currículo que los califica a ocupar ese puesto. Cuando hablo de conocimiento debe ser actualizado, estar al día con las reglas, con los cambios en la forma de jugar (tendencias), porque de ello depende directamente la preparación de los jugadores.
Para hablar del segundo aspecto: el nivel de los entrenadores y árbitros, me remito directamente a los resultados de este suramericano, los cuales muestran que el desarrollo, la planificación, el sistema de selección y entrenamiento no esta funcionando, y hace falta un cambio radical del como se esta haciendo. Educar a los coaches y árbitros es vital, ellos son los principales formadores de los jugadores. Por esto hay que invertir más recursos en entrenar a los entrenadores, actualizarlos, ponerlos al día, e invertir mas dinero en equipos (sacos, balones, maquinas de scrum).
La selección es el reflejo o resultado de todo lo que ocurre en el rugby de un país, por ello se debe invertir muchísimo tiempo, dinero, sacrificio para que este sea la mejor de la región, continente o del mundo. El equipo nacional no es el principio del camino, es el final, es el producto y por ello no puede ser utilizado para experimentos y pruebas, cuando un equipo nacional salta a la cancha debe hacerlo física, mental y psicológicamente preparado para ganar el juego, el campeonato. Los segundos, terceros no consiguen la atención de los patrocinantes, del IRB, de los medios, mucho menos los últimos. Para conseguir atención de los medios y por ende apoyo financiero hay que ganar, y para ganar hay que organizarse. Es el cuento de la culebra que se muerde la cola.
Los jugadores necesitan programas de entrenamiento y concentraciones durante todo el ano, y juegos de preparación contra otras selecciones que le permitan ganar experiencia y estar listos para la competencia. Además deben crearse otros programas a futuro “para cultivar” a la generación de relevo, a los mas jóvenes. Por ejemplo ya Venezuela debería pensar y empezar a planificar su estrategia de preparación para el mundial del 2015 (para el 2011 ya estamos eliminados).
Y por ultimo quiero decir que el rugby es un trabajo de equipo y para ganar, todos (absolutamente todos) deben poner un grano de arena, colaborar sin ningún interés personal en pro de un bien común (el secreto de los países desarrollados es el trabajo voluntario de miles de personas que se involucran en todos los niveles: árbitros, manager, coaches, fisioterapistas, doctores, etc). Por ello es tiempo de cambiar de actitud, dejar a un lado el chismorreo y la crítica destructiva, es momento de construir de apoyarse, no de señalarse unos a otros como enemigos. Todos los que están adentro y los que estamos afuera sentimos de alguna forma la camisa vinotinto y la sonamos verla alguna vez en un mundial y por eso hay que trabajar unidos. No se puede seguir esperando que algo pase, que otros hagan algo. La responsabilidad no es de unos pocos es de todos, tanto la federación como los jugadores, los árbitros, los entrenadores, los fanáticos, todos juntos dentro de un mismo saco, lleno además cordialidad y respeto.
Se necesita un cambio en todos los niveles, rápido, enfocado a recuperar ese lugar que alguna vez ocupo Venezuela como el mejor de la región. Y como dije antes depende de todos.
No se puede seguir siendo inmunes y restarle importancia a lo que pasa, hoy criticamos, manana se olvida todo y el ano siguiente, después del Campeonato Suramericano volvemos a criticar. Hasta cuando la misma historia?